Historia
"La tradición dice que el castillo de Moros fue mandado construir por el Rey Ayubb de la taifa de Calatayud en la actual zona de la Portilla"
Alrededor de 1120, durante la batalla de Cutanda, Alfonso I el Batallador conquistó la taifa de Calatayud. Así, en 1131 este rey concedió carta puebla y fueros a Calatayud, formando la comunidad de aldeas de Calatayud y donando a éste el término desde Berdejo a Villafeliche y desde Chodes a Calmarza, quedando dentro de la Sesma del río de Berdejo. Todo lo anterior queda confirmado en una bula del papa Lucio III promulgada en 1182, en donde aparece la iglesia de Moros como parte de la patrimonialidad de la Iglesia de Calatayud. Se da fe así de la existencia de la aldea de Moros.
En 1238, don Justo de Ateca, secretario del rey Jaime I el Conquistador, nombró alcaide del castillo de Moros al señor de Monegrillo, y organizó las compañías de soldados de la villa de Moros para la conquista del reino valenciano. Asimismo, los vecinos aún siguen asegurando —porque así se ha transmitido por tradición oral— que el Cid Campeador pasó por el barranco de Cocanil. El historiador Jerónimo Zurita, en 1357, describe el castillo de Moros como lugar fuerte y defendido por los vecinos.
Moros fue plaza fronteriza entre Aragón y Castilla, por lo que su historia está necesariamente ligada a las luchas que en tiempos sostuvieron ambos reinos. En 1362 cayó en poder de Pedro I de Castilla, quien emplazó allí a Pedro González de Mendoza al mando de trescientos jinetes. Hacia 1367, según el libro de Fermín Lezaún Estado Eclesiástico y Secular Poblaciones del Reino de Aragón, la aldea de Monubles lindante con Moros poseía unos 54 «fuegos» (hogares). En gran parte debido a la guerra de los Dos Pedros (entre Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón) acontecida por aquella época, esta aldea comenzó a perder población. Hacia 1450 Monubles, según el libro del Cabreo N° 2 que se encuentra en el Archivo Municipal de Calatayud, desapareció, cediendo una parte de su término en favor de Moros y otra parte en favor de Ateca. Durante el mismo periodo, el río que riega la vega de Moros, que hasta entonces se llamaba Verdejo, por ser este el pueblo donde inicia su recorrido, pasó a tomar el nombre del pueblo extinto, Monubles o Manubles como se le conoce en la actualidad.
Entre aquellos que forjaron la historia de Moros, hay que citar a don Pedro, que se apoderó del castillo de Albarracín; a Pedro García de Moros, que asistió a las Cortes de Fraga; a Juan Cardona, procurador general de la Comunidad de Calatayud; y a Lope de Moros, copista o autor de Razón feita de amor, el primer libro escrito en aragonés, que parece ser que nació en esta misma villa.
Ya en el siglo xix, el historiador Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España de 1845, describe así a Moros.